Les comparto una reflexión en torno al libro, para que se animen a leerlo, repensar su acción docente en un espacio multicultural.
El juego esta presente durante toda la vida, bien sea como una actividad física o en la conversación con los otros, en la representación o imitación de acontecimientos reales o creación de mundos posibles y como lo menciona este libro: La importancia de hablar mierda (cap.5). Al habla mierda nos hace ser nosotros mismos, la necesidad de comunicarnos siempre esta, ser escuchados y escuchar al otro, ese hilo invisible que se genera en la vida social, aquellos espacios de creación, fantasía, imaginación que generan otras visiones de mundo que habitamos, en una sociedad no pensada para el juego, ni el juego en el trabajo como se hacia en las culturas tradicionales (Cap.3:Tiempos totales. Trabajo y juego-un solo tiempo), el arte en la cultura tradicional no se diferenciaba de la industria pues todo ello era creado por la mano del hombre y no la maquinaria; la cuchara, la olla, las artesanías, entre otras, se consideran obras de arte (Cap.2. La historia de los Obeliscos. La cultura como acopio universal), el simple hecho de que un niño/a esta creando algo, esta trabajando y jugando a la vez.
La cultura es la relación social y sociable bien sea en un tiempo total o libre pero siempre esta presente aunque en ambas sea diferentes; en el tiempo libre existen dos tiempos la cuales evidencian nuestro presente, una para el trabajo y otro para jugar; un ejemplo cotidiano que me parece que se acopla a lo mencionado: Los niños/as en las escuelas trabajan, realizan actividades o tareas en las distintas asignaturas, y no hay tiempo para el juego, pues lo que importa es que el niño vea los contenidos y sirva a la cultura moderna; el otro tiempo es la del juego: la hora del recreo, la libertad por fin para compartir y comunicarse con el otro siendo ellos mismos, porque en el tiempo de trabajo se lo impiden. (¿Por que no hacerlo de manera conjunta?, el juego y el hablar entre pares no es perdida de tiempo).
Siempre se ha prohibido decir malas palabras porque se ha impuesto un discurso formal, por lo tanto, cuando es algo prohibido de eso no se habla. los niños/as están deseosos de comunicarse y lo hacen no solo verbalmente sino en la lectura y escritura, como una forma de expresarse y no se conserva para él solamente sino que va dirigido a otros que lo leen y dialogan: "me pongo en el lugar del otro" (Cap.7: El buen amor), respetando la diferencia e interesarme por él y aprender de él, pues como bien sabemos existen saberes populares y saberes científicos (Cap.8: Magia y ciencia), ambos totalmente validos; uno adquirido propiamente de la cultura mítica, poniendo como ejemplo, medicinas ancestrales y el otro de la civilización de la cultura moderna, medicinas científicas; la intención es que estas dos relaciones sociales y sociables se consideren por igual puesto que esto permite que sigamos vivos como cultura para formar espacios de intercambio, generar ciudadanía y no de rivalidad, sino generar un espacio de enseñanza y aprendizaje partiendo de los saberes populares y también científicos, porque cada uno tiene unas formas de actuar y de ver diferentes, frente a problemas, situaciones, acontecimientos, espacios, personas, objetos, las verdades y mentiras, y el mundo. Esto es algo complejo pues como bien lo menciona Nicolás Buenaventura cada vez mas por la cultura moderna se van perdiendo las culturas tradicionales dejando atrás lo que son, algunos aun se resisten, pero muchos se resignan a ese modelo de sociedad impuesta que viene desde las colonizaciones.
La cultura es la relación social y sociable bien sea en un tiempo total o libre pero siempre esta presente aunque en ambas sea diferentes; en el tiempo libre existen dos tiempos la cuales evidencian nuestro presente, una para el trabajo y otro para jugar; un ejemplo cotidiano que me parece que se acopla a lo mencionado: Los niños/as en las escuelas trabajan, realizan actividades o tareas en las distintas asignaturas, y no hay tiempo para el juego, pues lo que importa es que el niño vea los contenidos y sirva a la cultura moderna; el otro tiempo es la del juego: la hora del recreo, la libertad por fin para compartir y comunicarse con el otro siendo ellos mismos, porque en el tiempo de trabajo se lo impiden. (¿Por que no hacerlo de manera conjunta?, el juego y el hablar entre pares no es perdida de tiempo).
Siempre se ha prohibido decir malas palabras porque se ha impuesto un discurso formal, por lo tanto, cuando es algo prohibido de eso no se habla. los niños/as están deseosos de comunicarse y lo hacen no solo verbalmente sino en la lectura y escritura, como una forma de expresarse y no se conserva para él solamente sino que va dirigido a otros que lo leen y dialogan: "me pongo en el lugar del otro" (Cap.7: El buen amor), respetando la diferencia e interesarme por él y aprender de él, pues como bien sabemos existen saberes populares y saberes científicos (Cap.8: Magia y ciencia), ambos totalmente validos; uno adquirido propiamente de la cultura mítica, poniendo como ejemplo, medicinas ancestrales y el otro de la civilización de la cultura moderna, medicinas científicas; la intención es que estas dos relaciones sociales y sociables se consideren por igual puesto que esto permite que sigamos vivos como cultura para formar espacios de intercambio, generar ciudadanía y no de rivalidad, sino generar un espacio de enseñanza y aprendizaje partiendo de los saberes populares y también científicos, porque cada uno tiene unas formas de actuar y de ver diferentes, frente a problemas, situaciones, acontecimientos, espacios, personas, objetos, las verdades y mentiras, y el mundo. Esto es algo complejo pues como bien lo menciona Nicolás Buenaventura cada vez mas por la cultura moderna se van perdiendo las culturas tradicionales dejando atrás lo que son, algunos aun se resisten, pero muchos se resignan a ese modelo de sociedad impuesta que viene desde las colonizaciones.